Gullfoss, la cascada “dorada” de Islandia

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Viaje En Busca de las Luces del Norte Islandia Marzo 2013

Gullfoss, que se traduce como catarata dorada o cascada dorada en islandés, se encuentra en el sureste de Islandia, formando parte del cañón del río Hvítá. Este impetuoso río nace en el lago Hvítávatn, alimentado por el glaciar Langjokull, el segundo más grande de Islandia. Aproximadamente a un kilómetro de distancia de la catarata, el caudal del río torna bruscamente su cauce hacia el este, descendiendo finalmente por el abismo de una garganta labrada en la roca, con un profundidad de treinta y dos metros y veinte metros de anchura, contando con más de dos kilómetros de longitud. Cuando observamos la catarata, la sima queda oculta a la vista, dando la impresión de que el río desaparece engullido por las entrañas de la tierra, conformando uno de las espectáculos más imponentes del continente europeo.

 

Actualmente, Gullfoss es un símbolo de Islandia y un área protegida, aunque a principios del siglo XX sus dueños la arrendaron a empresas extranjeras para que explotaran la potencial fuerza hidroeléctrica, aunque el proyectó fracasó por falta de fondos. Finalmente fue vendida al gobierno islandés, que continuó las planificaciones para explotar el vertiginoso caudal de Gullfoss, lo que habría arruinado los majestuosos saltos de agua para siempre, aunque el proyecto finalmente no se llevó a cabo, permitiendo que hayan llegado intactos hasta nuestros días. Junto a la cascada de Gullfoss se encuentra un pequeño monumento como homenaje a Sigridur Tómasdóttir, una granjera local que según la historia luchó para evitar que esta cascada se transformara en una central hidroeléctrica.
En los meses más fríos del año, Gulfoss se encuentra rodeada de nieve, y ocasionalmente partes de la gran cascada se congelan, ofreciendo un espectáculo de gran belleza. En los meses más cálidos, los saltos de aguan se ven rodeados por verdes pastos, pudiendo observar el arco iris en los días soleados debido a la refracción de la luz sobre la gran cortina de agua pulverizada que se alza sobre la sima, donde millones de litros de agua descienden en una descomunal muestra de fuerza, provocando un ensordecedor rugido que se puede escuchar a más de un kilómetro de distancia.